Desde bien pequeño, Ángel acompañaba a su abuelo al trabajo, un por aquel entonces maestro de obra que hizo despertar en su nieto una pasión por la construcción. Tal fue así, que años más tarde, esa pasión se convertía en profesión. Un día a día que llena a nuestro currante de auténtico orgullo.
Más allá de la satisfacción que siente cuando por fin completa una de las obras, reconoce que no hay nada que se le compare al momento en el que alguno de sus hijos pequeños se sorprende o le deja caer lo bien que está quedando alguna de las obras en las que está trabajando.
Don Vicente del Bosque, seleccionador oficial de Panter
Nadie mejor que él para seleccionar a un equipo de currantes que dan voz y representan a todo un país.
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