Tras iniciar sus estudios en formación profesional y mediante el trabajo en diferentes fábricas, Óscar ahora es un electricista que se levanta cada día con ilusión para currar en su propio taller. Aunque era algo que le daba vértigo, mirar hacia delante siempre le ha hecho llegar hasta donde está ahora, algo que no cambiaría por nada.
Óscar es un verdadero currante y cuenta que embarcarse en un proyecto no siempre es fácil. En su taller han tenido que afrontar grandes y muy diversos trabajos que no hubieran terminado sin su espíritu de superación. Por eso, venga lo que venga, tiene claro una cosa: “siempre hay que tirar para delante”.
“A día de hoy siempre que nos ha entrado algún proyecto, por muy grande que sea o muy distinto que sea, lo que hemos venido haciendo, como somos así de currantes, hemos tirado para adelante con él. Se ha hecho el estudio y al final se ha terminado ejecutando y a fecha de hoy no hemos tenido ningún problema ni tenemos que arrepentir de haber tomado una decisión así. Al final te das cuenta de lo que eres, un currante”.
“El tema de la seguridad en nuestro trabajo es muy importante, piensa que hay veces que tenemos que tocar elementos que tienen tensión, tenemos que llevar guantes cuando la situación lo requiere, llevamos casco, el calzado es muy importante nos podemos chafar, torceduras cuando estamos en alguna avería tenemos que subir a postes, tenemos que subir a torres, necesitamos ir aislados. Si recibimos una descarga al final el sitio por donde la corriente busca salir siempre va a ser el contacto con el suelo, con la tierra, entonces tener un buen zapato aislante es lo que más nos va a proteger de ese tipo de accidentes”.