1. Riesgo al que estás expuesto en el trabajo:
Cada profesión tiene unos riesgos y unas necesidades específicas. El calzado adecuado para un electricista no es el mismo que el que pueda necesitar, por ejemplo, un reponedor, puesto que los riesgos y las condiciones de esas profesiones son muy distintas. El electricista necesita una bota aislante que lo proteja de riesgos eléctricos, mientras que para el reponedor es aconsejable un calzado con puntera antimpactos, suela antideslizante y antiestático.
Además, debemos asegurarnos que dicho calzado esté desarrollado bajo las normativas europeas de calzado profesional y haya obtenido las pertinentes certificaciones. En otras palabras, que se trate de un calzado de seguridad con garantías para tu salud.